Una boda al mediodía en el Empordà, que por un momento te parece que estés en la película Memorias de África con Merly Streep y Robert Redford.
De los árboles colgaban jarrones de cristal con peonias de color rosa, para darle un toque de color.
Los manteles para el aperitivo eran de tonos piedra y de toile de jouy combinados. Colocamos unos parasoles de color crudo para proteger a los invitados del sol.
Unas esteras de coco marcaban el pasillo de la zona de entrada a la carpa, la cual también estaba cubierta con dichas esteras. El espacio estaba delimitado con balas de paja que además de decoración, sirvieron como sittings para los invitados. Dentro de la carpa habían mesas redondas con centros de flores muy silvestres y la mesa presidencial era alargada.
En una de las zonas del jardín, debajo de una carpa tensada, estaba la pista de baile con un chill-out en tonos tierra a base de pallets, pufs, mesas y sillas de hierro y una barra de bar.
Para el resopón, habían churros con chocolate y nata. ¡Qué bueno! 🙂
